El arte de amargarse la vida
Hay que valer para todo en esta vida.
¿Qué tal se te da amargarte la vida a ti mismo? Seguramente bien, como a todos, especialmente en esta época que nos ha tocado vivir en la que las redes sociales lo magnifican todo, como la casa de Gran Hermano.
Los felices parecen más felices, los amargados parecen más amargados, y da la impresión de que todo el mundo compite por crear una imagen pública, una idea social de lo que uno es o deja de ser.
Al final da igual, no importa la imagen que tengan los demás de quién eres si tú persistes e insistes, con premeditación y alevosía, en torturarte a ti mismo cuando estás a solas.
Sobre el arte de amargarse la vida reflexiona con mucha retranca Paul Watzlawick, el teórico de la comunicación que nos enseñó que todo en esta vida comunica. Y sobre su obra hablamos esta semana en Tiempo de Lectura. (Haz click en el enlace si no se escucha bien aquí).